Friday, July 31, 2015

Un Dios más grande






 Un Dios más grande

“Es que a mi no se me da nada, pido y pido, rezo y rezo y nada” –me comentó una amiga–.

Escuché  un rato su letanía de quejas y la manera como  justificaba cada cosa mala que le estaba ocurriendo. El jefe insoportable, el esposo desconsiderado, la familia, el frío, el sobrepeso: “nada funciona, Dios se olvidó de mí – me dijo – todo lo que me pasa es malo”.

Nos ha pasado alguna vez: hay  un tiempo en que la vida se pone como oscura y lo que queremos no llega. Cuando esto sucede, es bueno detenerse y ver lo que hemos estado pensando. Hacer un alto, quedarnos tranquilos y revisar  en qué estamos ocupando nuestros pensamientos.

Díganme si no les resulta familiar este tipo de comentarios: “Yo lo sabía, eso se veía venir,  es que mi jefe me odia, ella no me quiere, yo lo pensé, incluso se lo comenté a mi hermana”. Si te descuidas, tu mente actúa sin control y cada cosa que piensas va marcando tu día. Después no te sorprendas, cuando a todo eso que le pusiste  fuerza y empeño se manifiesta ,exactamente como lo visualizaste.

Por qué no hacer lo mismo, pero al revés, es decir, piensa en todo eso que quieres, una y otra vez con alegría como si lo estuvieras viviendo. Mira el resultado; celébralo, dentro de ti, eso es tener Fé. Vivir de antemano las cosas que queremos y sabemos que nos corresponden.

Mientras tanto, sigue rezando contenta, agradecida por lo que ya tienes, sin quejarte y sin dolor. Elimina a ese Dios chiquito que tu creaste, que te limita y te produce miedo. Busca uno más grande que  te escucha siempre, cuando celebras lo que ya tienes y das gracias de antemano  por todo lo que vendrá.


No comments:

Post a Comment