Thursday, December 29, 2016

Creer no cuesta nada


Crees en el niño Jesús? por favor dime que sí. Mientras creas hay esperanza. El niño Jesús es la fe en que algo puede pasar. Todo empieza en ti. Cuando decimos ya, ya no puedo más, estás dándote una orden y en efecto ya no podrás más. Eres tus pensamientos, tus creencias, eres eso que repites a diario en tu mente y que tu corazón acepta. Hoy permítete creer; estás vivo, y mientras me lees acepta que esto que estás viviendo es la oportunidad que te da la vida para crecer, aprender y cambiar.
Cambia eso que estás sintiendo y que no te gusta, en lo más profundo de tu mente cambia eso que crees que es tu destino por eso que quieres y que no llega porque no lo terminas de aceptar. Cambia eso que te abruma, sí puedes, ahora mismo escríbele una carta al niño Jesús, hazlo escríbele a la hermosa fuerza que eres. Dale las gracias por estar aquí, vivo, pensando, respirando, sintiendo, disfrutando de lo que te da la vida. Si puedes crea la más hermosa plegaria de gratitud, repasa en silencio todo lo que tienes y agradece, verás que de eso que parece poco o nada, surgirán cientos de regalos que esperan ser abiertos. Disfruta lo que te rodea con alegría, no permitas que tu mente te recuerde lo que no está, lo que no tienes.
El niño Jesús está esperando que le des otra oportunidad de ofrecerte lo que te toca, lo mejor está por venir…
Gracias mi querido niño, gracias vida por permitirme ver que hay muchas cosas hermosas por descubrir.
Creo en la bondad, en la generosidad, en la compasión, creo en lo bonito. Creer es el principio para cambiar lo que tengo y no me gusta. Agradezco este instante en que estoy presente porque es lo único verdadero y real.

Gracias y Feliz Navidad!!!


Mira lo bueno de lo malo 

Cuando decidí crear este espacio y escribir la columna, tenía la intención de desarrollar una herramienta para inspirar y motivar. Yo aprendería en el  proceso y mis lectores también. Por eso no escribo acerca de cosas negativas; del pesimismo, no sale nada bueno.

Sin embargo, hay días que cuesta, soy venezolana y lo que pasa en mi país me tiene apagadita, sin motivación.

Esto me recordó la historia de aquel hombre triste y sin consuelo, a quien su médico sugirió ver a Garrick. (el famoso comediante). Ante la recomendación y desesperanzado, el enfermo respondió: doctor, cámbieme la receta, yo soy Garrick. Así me siento en estos días.

En busca de inspiración, encontré el documental acerca de Alice Herz-Sommer,  la sobreviviente más vieja del Holocausto, la pianista más anciana del mundo. 

Supe de ella, porque su  historia recibió un Oscar, como mejor documental. “The Lady in number 6”. 
Esta mujer “grande” de 110 años hoy me levantó, me dio la música que necesito.

Nació en Praga y vivió los horrores de los nazis. Su padre, madre y esposo murieron en campos de concentración. Sobrevivió gracias a la música, a la risa y al perdón. 

“La música, me salvó” —comentó en el documental—, tocaba para los alemanes y mientras tuviese algo que ofrecer, su vida estaría a salvo. 

Fue una mujer especial, quien no sólo superó la crueldad del nazismo, sino que encontró la felicidad haciendo lo que más le gustaba, tocar el piano. Con el alma en paz, fue capaz de agradecer y perdonar a sus agresores.

Alice murió hace unos días, pero nos dejó su legado:  “Ríe, —ella reía cada vez que podía— trata de ser feliz, con las cosas más simples y mira lo bueno de lo malo”. 
Hay mucho que aprender de esta mujer, en especial quienes hoy tenemos tantas heridas. 
( este artículo es parte del libro " Cuando sea Grande publicado en el 2015)

Monday, October 31, 2016

Crónicas de barra/ Caricias raras.

Caricias raras

Desde dentro de “Essence” se ve la terraza, una calle de ladrillos grises por donde camina la gente y que mi hermano hizo parte de su propiedad cuando lo decoró con un par de sofas dos poltronas y tres mesas con sillas. Cuando no está muy caliente o muy frío la gente se sienta a tomar cervezas o vinos, piden tapas y allí se quedan charlando por horas. Me recuerda  Sabana Grande en la Caracas de los 80 cuando salíamos de la universidad y nos sentábamos en cualquiera de las terrazas que existían, afuera de los bares a tomar café, allí también pasábamos horas resolviendo los problemas del mundo, todos éramos de izquierda, una utopía que pretendía repartir los bienes por igual entre ricos y pobres, cuarenta años después la “izquierda” tomó el poder, obligó a los ricos y sus empresas a salir del país, convirtió en super ricos al grupito de los amigos del gobierno, eliminó a la clase media que se sumó a los que ya eran pobres y nunca dejaron de serlo, y como si fuera poco, miles de los que sobrevivieron al hampa y a la falta de oportunidades se convirtieron en los nuevos inmigrantes en el mundo entero.

Por la ventana que da hacia la terraza, veo dos parejas bien vestidas que no vinieron a pie porque uno de los cuatro llegó en silla de ruedas, tal vez se estacionaron en los pocos espacios que tiene el bar por un costado.  Son nuevos clientes, así que mi hermano se apresura a darles la bienvenida y a tomarles el pedido, regresa con la orden y rapidito me comenta: “vienen del sur” , Puerto la Cruz donde queda "Essence", está al norte.

Intento ayudar, pero mi hermano se hace cargo, son cuatro mojitos, especialidad que elabora en serie, pone cuatro vasitos y en cada uno, una cucharada de azúcar, tres pedacitos de limón  (de cada limón salen 12 pedacitos), cuatro hojitas de yerbabuena y el chorrito secreto, que como les dije, guarda en una botella de vino. Mezcla los ingredientes con un mazo, les echa hielo picadito hasta arriba, una medida de ron y soda.

Las parejas la conforman una mujer bella que disimula muy bien su edad entre joyas, maquillaje y botox, un hombre impecablemente vestido, parece un príncipe sentado en su trono de ruedas a quien el otro hombre ayuda con la silla, la cuarta persona es una mujer de cabellos negros atractiva.  A simple vista podría tratarse de una pareja de padres con sus hijos pero los mayores son rubios y los otros parecen latinos, están arreglados pero sin la clase y el buen gusto que despliegan sus amigos sesentones.

Reciben sus tragos, en los que han exigido se use el  mejor ron que tengan en casa. Ovidio, mi hermano, suele usar el mismo para todos porque los vende muy baratos, en este caso, le explica que tendrá que duplicar el precio porque le pondrá “Santa Teresa”, el roncito venezolano que solíamos llamar “caballito frenado”, por el logo que mostraba a un hombre frenando a un caballito, en vez del ron blanco que todos usan en la isla y que a mi me da dolor de cabeza no más de olerlo. La botella del ron malo Bartemi, cuesta 7 euros, “ el caballito” 12, de allí, de cada botella sacaran por lo menos 22 cuba libres o 22 mojitos de los caros, esto es parte de los secretos del bar pero que aquí, que es mi espacio, deseo compartir. A cada trago en un bar se le gana 10 veces o más, el valor de lo que cuesta. Mi hermano comenta: “yo sólo le saco cuatro veces el precio, porque si lo vendo más barato no cubro los gastos y si los pongo más caros no me lo compran, a sus clientes  canarios le gusta lo más barato”.

Las parejas siguen afuera disfrutando de los mojitos y de la conversa, piden otra ronda y que les pongan cualquier bolero de Los Panchos, como son los únicos en la terraza y en todo el bar, Ovidio los complace. Yo desde mi lugar estratégico, donde miro sin que me miren, noto que la  joven desliza una mano por la pierna del príncipe en su trono de ruedas, allí la deja, al principio pienso que puede ser su asistente y que le está arreglando algo, porque como es minusválido, necesita ayuda especial, miro de nuevo y la mano sigue allí, desplazándose suavemente por la pierna derecha, sin que nadie en el grupo parezca molestarle aquella actividad, o tal vez ni se han dado cuenta. Siguen charlando y riendo, sólo yo noto aquellas muestras de cariño que para mi son prohibidas o por lo menos raras, no estamos en Cap’d Agde al sur de Francia, en donde es normal que la gente comparta parejas ( quienes lo hacen se llaman swingers).

No comento nada, me acerco a la mesa con la ración de manicitos de bolsa, que acompañan  la segunda ronda, sonrío y les saludo, con un buenas noches, tratando de entender al cuarteto y ver si la señora mayor está molesta, o si ha notado que a su marido se lo están tocando, nada, la señora sigue feliz hablando con el que me imagino es el marido de la más joven, cada quien disfrutando de los cuentos y de alguna manera, en secreta complicidad de la pareja del otro.




Friday, September 30, 2016

Terapia de barra


Juan el cliente de la camiseta de rayitas llega cuando le provoca, para eso le sobra el tiempo. A veces en la tarde como a las 2, otras a las 10 o a medianoche. Le gusta hablar y cantar pero lo que mejor hace es declamar. Llega sonriente y rojito, se le nota el esfuerzo porque desde que amanece no para. Sale a la calle a verse con amigos, a tomar tragos, a hablar, a ver el mar. “Me falta tiempo para no hacer nada”, me dijo el otro día. Le encanta ser vago y estar sólo.

Son las 6 de la tarde y pide un vodka, mi hermano que conoce a sus clientes se lo prepara como le gusta; mucho hielo y un toque de agua tónica Toma el primer sorbo y me sonríe. Yo ya estaba en la barra antes de que llegara y una vez más queda inconclusa la conversación con mi hermano, en realidad nuestras conversaciones nunca terminan, como tenemos mucho que decirnos, no importa si nos interrumpen, después continuamos, así se nos pasan las horas, en espera de clientes.

“Estoy deprimido”, empieza, mirando la copa fijamente. Me hago la distraída, pensando que la historia será larga y requerirá de la paciencia de mi hermano, así que miro hacia afuera tratando de abrir espacio para la historia que está a punto de comenzar. De pronto suelta: “Es muy duro para un hombre”. Suena el teléfono y mi hermano se distrae. Juan sigue hablando y yo que soy la única en la barra, volteo a ver si el relato es para mi, quisiera pensar que esperará hasta que mi hermano se desocupe y le preste atención, pero sigue, me está hablando a mi. “Con ella no me había pasado y siento vergüenza”. A este punto sé que es mi turno, tendré que escuchar, porque aquel hombre aunque sonríe está a punto de llorar. Lo miro fijamente y le pregunto, quieres hablar, quieres contarme algo?. Por supuesto yo se la respuesta, todos los clientes que llegan solos quieren hablar.

De nuevo baja la mirada y me dice: “sino te importa escucharme, la verdad es que sí, espero no te molestes si te cuento algo muy privado?. Sin imaginar lo que viene, le contesto, claro que no me molesta, tranquilo, aquí estoy, dime. “Ayer no me funciono”  -mirando hacia abajo e indicándome algo entre sus piernas-. En ese momento reacciono y me pregunto, y a este hombre qué le pasa, me está insinuando algo, corto la conversación y me voy o sigo atenta a una conversación que no me interesa. Bueno, cual  la sicóloga y como que si me hablara de un paseo, continúo escuchando.

Mi hermano que se ha alejado de la barra, ni se entera de lo que está pasando. Tomo un poco de la soda que tengo frente a mi y le miro fijamente, quiero mostrar firmeza, que estoy interesada y que puedo cargar con el peso de su confesión. “ Anoche -sigue- bueno esta madrugada, cuando estábamos en mi casa, después de cenar y tomar tragos, lo intentamos  y cuando me tocaba entrar en acción, éste, se murió. -sonríe como para bajar la tensión y disimular la vergüenza mientras pienso, bueno y de donde tanta confianza, por qué además de que no le funcionó con la chica, tiene que hacer público su problema. Sigo estoica, tiesa tratando de que no  se note lo que estoy pensando. “Disculpa, tengo que sacarlo porque me duele el pecho y si no hablo me muero”.

A ese punto viendo su situación, le digo quieres que llamemos a una ambulancia? porque si te duele el pecho puede ser algo serio. “No, sólo escúchame”. -sigue- “mira, la chica me gusta, la verdad es que me gusta mucho, no es para boda, ni nada, pero me gusta, ya estuvimos una vez y todo perfecto, de repente anoche se me apagó. La chica que es muy joven, no entendió y se fue.  Se sentía responsable de aquella situación.  Nada que ver, ella es perfecta, pero yo en medio de mi confusión, no le dije nada, la deje ir sin explicaciones. Ahora no sé qué hacer,  la llamo o me desaparezco?, creo que mejor es dejarlo así porque éste no va a funcionar”- concluyó cabizbajo-.

Para entonces mi hermano que ya ha terminado la conversación telefónica, se incorpora divertido, hermano donde quedamos, qué pasó anoche?. Le pelo los ojos para que baje el tono festivo, mientras Juan continua: “ tengo un problema amigo - retoma- este se murió”.

Mi hermano que es experto en resolver cualquier problema de barra, lo entiende de inmediato y le lanza su receta: “Haz probado Viagra o Cialis?… “Es que no puedo - contesta con la sonrisa triste que no le ha abandonado desde que empezó a compartir su drama- el doctor dice que es malo para mi corazón”.  “Bueno, continua mi hermano, yo te voy  a decir algo, hay unas pastillitas naturales que funcionan ( busca el nombre en el teléfono y como médico que da una receta le apunta el nombre) te pueden ayudar en este lapso de impotencia, tu las tienes allí al lado de la cama, y sólo saber que tienes algún auxilio en caso de que haga falta, te ayuda a eliminar el problema… A veces es sicológico, especialmente cuando te gusta la dama”. Mi hermano no explica si él las ha usado pero habla con tanta propiedad que pareciera que su experiencia en este asunto es la mejor prueba, y esto de las pastillitas orgánicas parecieran una salida. Yo sigo escuchando y como ya soy parte de la conversación, refuerzo la receta diciéndole algo que sé, por experiencia, Mira Juan, hay hombres perfectamente normales que pueden pasar períodos de impotencia cuando enfrentan una presión extra, en este caso, el hecho de que la muchacha es mucho más joven que tú puede ser un gran compromiso. Lo bueno Juan, continuo- es que la primera vez funcionó perfecto. Tranquilo llámala, dile que te gusta mucho y compra las pastillitas las pones en la mesita de noche y si vez que tu “compañero” no despierta, te la tomas.

Es increíble los cuentos que se escuchan en una barra… Yo no lo había experimentado porque jamás había pasado tanto tiempo en un bar, cuando he ido voy acompañada y hablo con el que está conmigo. En esta experiencia con mi hermano me toca escuchar historias bobas , trivialidades pero también cuentos profundos, intimidades dignas de ser tratadas en el consultorio de un siquiatra. Gracias a la presencia de un bartender, que hace las veces de amigo o de terapeuta, se pueden resolver problemas complejos.

Después de tres vodkas y una cerveza para quitarse el calor, Juan  está listo para enfrentar la vida; se va contento y confiado, no sabe si llamará a la chica. “Es muy joven
-comenta- y un poco enrollada, creo que le falta una tuerca, no puede ser normal que una mujer tan joven y casada  quiera estar con un hombre viejo y gordo como yo, a quien además  no le funciona el pito”- confiesa- . “Sabes  no la voy a llamar, es muy posesiva, me llama  varias veces al día y apenas llevamos  saliendo un mes.  No muchacho, yo mejor me escapo de esa loca, con razón “éste” no me funciona tiene miedo, está  asustado”.

Sunday, September 25, 2016

El Miércoles llegó "Viernes".


El Miércoles llegó “Viernes”.

A las 9 de la noche en la barra, dos de los frecuentes esperan ansiosos que comience la fiesta, que llegue la gente. Ya abajo en la plaza del “Charco” hace rato el mesero y el dueño no se dan abasto. Los tragos son malos y caros pero hay gente y la gente atrae gente.

En “Essence” los dos clientes frecuentes siguen allí, hablando de los mismo: “A Madonna ( la puta del pueblo) la sacaron de la “Yemera”, a Carlos, el de la bodega de al frente le cortaron la luz, de eso ya hace un mes. “Es que no pudo pagar - agrega con fastidio el otro frecuente-, seguro ya no abrirá”. “No, es que hay un lío con la dueña del edificio que nunca declaró el local como comercial y aparece como  vivienda- informa el otro vecino-.  Como no hay historias nuevas, cada día revuelven la misma, agregándole lo que encuentran a ver si se transforma y suena diferente. De  pronto por una de las puertas del restaurant, se estaciona un motociclista, y a duo y entre risas los dos vecinos llaman a mi hermano, quién prepara una de esas pipas o shishas de sabores que están de moda entre los jóvenes… Ovidio, Ovidio, mira, llegó “Viernes”.


“Viernes” es un muchacho bonito que vive en su mundo, un cliente fijo que se tomará 12 cervezas una tras otra, exigirá que le pongan canciones en español, que cantará a todo pulmón, para tormento de los pocos clientes y de mi hermano. Es Miércoles y “Viernes” que debió llegar dos días después, apareció de repente, mi hermano no está listo para “Viernes” y se le nota. “Viernes” lo atormenta: “ponme la bicicleta, la bicicleta, la bicicleta”. ( la bicicleta es una canción super pegajosa que cantan Shakira y Carlos Vives).  No termina la canción y ya pide la otra :”Ponme a Marc Anthony y tararea lo que quiere escuchar- continua insistente- la de Marc Anthony, la de Marc Anthony, ponme la de Marc Anthony.  Mi hermano no dice nada, mira a los clientes y trata de ignorar a “Viernes” mientras hace un esfuerzo por concentrarse en ponerle el carboncito de fruta a la shisha. Según los  vecinos, “Viernes,” que en realidad  se llama Jesús,  se volvió loco el año pasado, cuando encontró a su novia bailando con otro en una fiesta de carnaval.

“ Viernes” sigue allí gritando su dolor en canciones, me mira y con la lengua enredada por el efecto de seis cervezas, me pregunta: “ Casada,  eres casada?… Le sonrío y le digo que sí con la cabeza, mi hermano me hace una seña, trata de advertirme que si le contesto o inicio algún tipo de conversación, me presentará como su novia y tendrá nuevos motivos para no irse. A mi me fascinan los “locos” en mi familia abundan, los amamos y hemos aprendido a manejarlos, pero estoy en el bar de mi hermano y si me dice que no le ponga atención, bueno no se la pongo,  bien difícil, porque me mira fijamente y me dice: “ Escucha, escucha, escucha, mientras canta la bicicleta….


A “Viernes” le faltan seis cervezas y con la excusa de  fumar, los pocos clientes se salen.  Afuera hay tres chicas hindúes esperando la pipa de fruta, adentro en el bar sólo quedo yo con “Viernes” quien sigue cantando y bailando mientras como si fuera agua se sigue tragando  cerveza tras cerveza.

Lo observo al tiempo que corto los limones y las hojitas de  yerba buena para el mojito que junto a la cerveza es lo que más se vende, me encantaría hacerle preguntas: qué hace, tienes familia? hacia donde irá con esa borrachera? alguien estará pendiente o lo espera?.

Finalmente mi hermano cambia la música, las chicas hindúes quieren escuchar algo más moderno, Jesús ya sin muchas ganas intenta oponerse al cambio y dirigiéndose a mi hermano, le dice: "no, no esa no, ponme la bicicleta", a este punto ya mi hermano está fastidiado y con carácter le dice: “Jesús me debes 12 euros, es tiempo de que te vayas”. Jesús obedece sin protesta, no discute, le gusta este bar porque además de que la cerveza es bien barata, le dan papitas fritas o manís, lo escuchan y le ponen la música que pide, así que paga y se va, seguramente volverá  cuando le toca, el próximo  Viernes.



Saturday, September 24, 2016

El pájaro azul

Algo lindo pasó en mi casa de Chicago... ahora estoy de viaje emprendiendo una aventura... y en mi ausencia un pajarito azul  ( blue jay) llegó al patio de mi  casa... mi pareja sorprendido le tomó una foto porque este tipo de pájaros no se ven en Chicago, estuvo de paso, tal vez camino a su nueva morada algún lugar en donde pasar el invierno... bueno su presencia me recordó aquella película viejísima en donde unos niños que han estado buscando aventuras descubren que la belleza y el pájaro azul siempre estuvo en casa...
Que lindo mensaje me manda la vida...
Aqui les dejo la foto y abajo.... un pedacito de la película...
A veces las cosas más maravillosa ocurren frente a nosotros y nos las vemos...





https://www.youtube.com/watch?v=h2a2pUKwA4Y

Friday, September 23, 2016

Caceria de historias/ cuentos en la barra.

Empieza la cacería: de historias.

Mi hijo el músico antes de graduarse recorrió no menos de 10 restaurantes, al final cuando terminó el college y el postgrado, juró nunca más, jamás, volver a trabajar en un bar, por eso cuando le asomé la idea de que acompañaría a mi hermano en su negocio, con miras a crear mi propio bar, me contestó molesto: “Mamá yo apoyo todas tus aventuras en eso que llamas crecer, pero esa si es verdad que es una locura. No tienes idea de lo que significa atender a un cliente, escucharle sus interminables historias, a veces vienen molestos y la pagan con uno, porque creen que uno el mesonero, está a su servicio y les pertenece”.

Es lunes son las doce del mediodia y en cualquier parte del mundo el lunes es el dia de arranque, lento y tedioso primer dia de la semana. Llegamos mi hermano y yo acicaladitos con nuestro pantalón blanquito y nuestra camisita negra. Me siento como cuando hace unos 50 años mi hermanito y yo ibamos a nuestro primer dia de escuela el tenía 6 y yo 12.

Sacamos los muebles y las matas a la terraza, arreglamos las flores en el baño, hacemos el plan de las tapas que ofreceremos, si es que las piden, porque lo de mi hermano es un bar de copas y música, nada de cocinadera aunque es un  shef maravilloso. La idea que tengo de atender un bar es como preparar una fiesta cada dia, en este caso apenas conoces a los invitados y como dice mi hermano: “en algunas ocasiones tendrás que sacarlos, o no dejarlos entrar, porque se vuelven tan fastidiosos, después de varias copas que aturden y molestan al resto de los clientes que vienen a relajarse por un rato.

La calle está caliente, es septiembre en Canarias y ya casi comienza el periodo turístico para los que vienen de Alemania, Inglaterra y Finlandia. En Canarias hace calor todo el año, pero pareciera que hay varios veranos; el que disfrutan todo el año los residentes, el de los españoles  que vienen de la península, que empieza cuando termina la escuela  en Junio y el verano de los turistas del Norte que da inicio la segunda quincena de Septiembre y se extiende hasta Febrero, cuando se celebran unos carnavales tan buenos o mejores que los de Brasil. 

Mi hermano acaba de invertir en su “Essence” un barcito creado según el principio Feng Shui  en donde se equilibran los cuatro elementos. Tiene una energía divina, tanto que muchos lugareños  entran todos los dias como si el bar fuera  su casa, se toman una cerveza y se sientan como en los pueblos a hablar del vecino o de la última novedad del pueblo que es la misma de ayer, porque aquí en el Puerto La Cruz, en Tenerife, no pasa mucho.

Como a la 1 entra Julio, pide una cerveza paga un euro con 20 centavos y se la toma despacito… vivió en Venezuela y cada día relata una historia nueva que vivió hace 45 años: “Cuando no estaban Chávez y sus ladrones” y los venezolanos eran puros, así nos describe.

Luego un ratico después se cuela por la puerta Juan, otro canario que también recorrio toda Venezuela trabajando para la industria del hierro.  A la 1:15 entra quejándose, es un auténtico canario: buena gente, hablador, chismoso y quejón.

Mi hermano con  sus ojos grandes y su sonrisa de dientes imperfectos los llama por su nombre y les sirve a cada quien lo mismo de siempre. Lleva seis meses con el negocio, tratando de sobrevivir hasta que lleguen los verdaderos turistas, porque los de aquí, aunque son fijos, no gastan más de un par de euros cuando van camino a casa, a almorzar como a las 3 y después de cenar a las 10.

Hoy Lunes, mi primer dia de trabajo como mesera al servicio del sueño de mi hermano, aprendí a hacer el mejor mojito de Tenerife, una receta que prepara frente a todos: con generosidad: pone sus ingredientes azúcar, limón, hierva buena, hielo y  ron; seguidamente de una botella oscura sale un líquido blanco, allí está el secreto… en esa botella sin nombre mi hermano que es un zorro guarda el toque mágico, le preguntan que hay allí y les dice gracioso: “Lo que vez, un líquido blanco, es magia”, sonrie y les entrega una bebida refrescante que vende a dos por el precio de uno: Su mojito.

Tuesday, September 20, 2016

De periodista a mesera


Canarias me invita

El Universo esconde joyas maravillosas dentro de nosotros y después nos deja sólos a ver si las encontramos. Buscar esas joyas es lo que Elizabeth Gilbert ( autora de comer, rezar y amar)  llama vivir en creativo. El coraje de iniciar ese proceso de búsqueda -dice- es lo que hace la diferencia entre una existencia común a una vida extraordinaria.

Linda reflexión, no es fácil pero me gusta, así que me salgo de la comodidad y emprendo un nuevo camino hacia lo desconocido. Canarias me invita.

Trabajar en un bar ha sido una fantasía y una de mis materias pendientes, desde que  mi papá me llevaba al bar de su amigo “el tuerto”, después de perder lo que no tenía en la carreras de caballos. Yo iba con él, me sentaba en una sillita y me daba unas piedras de dominó ( en esa época no habían legos) mientras el hablaba y reía con sus amigos y amigas ( mesoneras), en aquella fiesta improvisada en donde la única menor era yo. La chicas me daban caramelos, me trataban bien y después de aquella diversión entre adultos, mi papá y yo en complicidad nos íbamos bien contentos a casa donde nos esperaba mi mamá. Mi mamá no preguntaba, tampoco mi papá contaba.

  Algunos dirán que ser mesonera no requiere de ningún talento, que es algo muy fácil que cualquiera puede llevar a cabo. No, no es fácil, primero y principal porque las bartenders o mesoneras tienen muy mala reputación. Es una profesión, que en mi país desempeñaban quienes no sabian otra cosa que servir tragos, sonreir y bueno hacer otras cositas cuando la propina era convincente. Por fortuna vivir en Estados Unidos me ha permitido conocer a abogadas, médicos, ingenieras, periodistas quienes fueron mesoneras antes de obtener el título. También en mi pais en virtud de la crisis muchas damas decentes hacen lo que sea para sobrevivir.

 En mi caso la dificultad viene porque es al revés pasaré de ser periodista a mesonera, mientras trato de superar las críticas de mis hijos y hermanos y la separación “temporal” de mi pareja.

3 de Septiembre sin dudarlo, inicio la cazería de eso nuevo que me espera a 14 horas de vuelo.
Salí el sábado y llegué el domingo a Tenerife en donde está mi hermano, quien comenzó hace unos meses un proceso de cambio y a quien intento aliarme tratando de encontrar algo que me haga vibrar, sentir, emocionarme otra vez.  Ese Lunes con sólo 3 horas de sueño me levanto contenta, me pongo algo parecido a un uniforme de “bartender”: sin pechos afuera, sin faldita corta, nada apretado: un pantalón blanco y una camisa negra que dice “Essence”.

Aquí estoy en una isla hermosa, entre desconocidos, en el bar de mi hermano, aprendiendo el arte de ser mesera, con el doble propósito de cazar historias y crear mi propio bar en donde algún dia mi querido pianista, si es que no lo pierdo en el intento, me siga conquistando  con su voz y su piano como lo hizo hace 8 años cuando lo conocí.


Puerto La Cruz de Tenerife.

Monday, September 19, 2016

Saliendo de la zona cómoda.


Me pasa, cuando estoy muy cómoda me angustio, es como que si se me pasara la vida sin que ocurrieran cosas nuevas, entonces empiezo a buscar como salir e invento, al hacerlo surge la inconformidad, el reacomodo, empiezo a moverme en aguas desconocidas, es alli cuando crezco tratando de ajustarme a esa nueva realidad…
He aprendido a vivir así… buscando la comodidad y saliéndome de ella, creo que la parte más dificil no es ajustarse al no confort que transforma, sino decidir soltar y salirse de la rutina cuando estás muy cómodo.
( la inconforme)
 
 
Sígueme por aqui encontrarás respuestas..
 
 
 
Noto que hay una gran necesidad de compartir y hablar, escucho y sin pre-ambulos las personas comienzan a contarme sus historias como si nos conocieramos de años. Han desaparecido esos espacios para conversar, por eso nos aferramos a nuestros celulares para disimular la soledad. allí en el celular, nos topamos con historias de personas que no nos interesan y que a veces ni conocemos, sinembargo las seguimos tratando de encontrar en esas historias algo que alimente nuestro vacio, después contestamos, frases cortas, cordiales, vacías. Algunos tenemos la suerte de conocer al que escribe y entonces se produce algo parecido a un diálogo, una  comunicación, un encuentro.



 
 
 

Saturday, August 20, 2016

Los venezolanos andamos rotos por el mundo

Rotos por el mundo...  busca amigos..

Lo hemos oido tantas veces y yo lo repito una vez más: reir, compartir, hablar, "caerse a palos" como dicen en mi pais, disfrutar en compañia de amigos es la cura más económica que podemos encontrar para todos los males... 
 En mi país lo haciamos de una manera natural a cualquier hora y sin motivo, nos encontrábamos a un "pana" y nos tomamos algo, o llegaba gente a la casa y un saludito se transformaba en visita, en una comida en habladera y en disfrute... En Chicago lo hacemos tan a menudo como podemos, buscamos excusas para encontrarnos con los amigos, esa familia que hemos creado y que nos llena tanto... Amigas gracias por hacerme reir y llenar los boquetes que me ha dejado la distancia de mis seres amados quienes ahora andan por el mundo, rotos como yo, buscando eso que teníamos tan seguro, el calor del hogar y de la familia...
 
Preparando una pasta deliciosa entre amigas... Sólo una excusa para reir...

 

Wednesday, June 29, 2016

Un abrazo Salvador

Hoy tuve el privilegio de ser abrazada por Amma( Mamá) una mujer que algunos consideran Santa y que se ha dedicado a ayudar a miles de personas en el mundo.
Mata Amṛtanandamayī, de 62 años nacida en la India estaba hoy en su centro de ayuda espiritual, localizado en Elburn a donde acudieron más de tres mil personas a meditar, mientras esperaban turno para recibir un abrazo de ternura y alivio.

Quiero compartir mi experiencia espiritual, no religiosa, porque no soy de las que cree ni sigue a Gurues, especialmente si no entiendo lo que dicen, tengo mis santos de toda la vida a los que por cierto, cada vez les rezo menos, porque me he ido quedando con uno sólo ( Dios) que se ocupa de mi y lo que necesito. Sin embargo desde el momento en que Amma entró al lugar para dar inicio a su trabajo espiritual, con una meditación que para algunos se prolongo por muchas horas, la energía del lugar era tan grande que se me puso la piel de gallina y sin querer se me salieron las lágrimas.

Fuí sin muchas espectativas por que jamás había escuchado de Amma, ni del trabajo que hace desde que era una adolecente en su natal Parayakadavu, en el estado de Kerala, tampoco sabía que su centro tiene sedes en 40 paises en el mundo, ni que ha abrazado a unas 33 millones de personas y ayudado con comida y generado trabajos para miles de necesitados en los paises más pobres del planeta.

LLegamos a las 10 de la mañana en tren hasta la estación de La Fox en Elburn pero no me abrazaron sino hasta las 4 de la tarde, tiempo en donde aquella maravillosa mujer no se movió, ni para comer, ni para ir al baño. Alli estuvo rodeada de seguidores, a quienes fue abrazando uno por uno, bajo la rigurosa supervisión de decenas de voluntarios hindues y anglosajones vestidos con atuendos multicolores típicos de su tierra.

El inmenso espacio era como una iglesia convertida en mercado en donde cientos de personas se distraian por horas comiendo, comprando o rezando, matando el tiempo mientras les tocaba subir hasta el escenario en donde lo esperaban los abrazos de Amma.

Nunca me había sentido tan feliz sin hacer nada, aquellas horas de vacío y silencio eran la medicina que necesitaba. Finalmente me tocó subir, tenía cinco personas delante de mí y ya no podía controlar la lloradera, la piel de gallina se transformó en angustia: Qué hago, qué le digo, dicen que es milagrosa, qué le pido. Era como estar frente a Santa Claus por primera vez y no encontrar la carta.

Respiré profundo y me entregué a la experiencia de aquel momento mágico en donde aquella mujer risueña y grandota me daba la bienvenida. Que maravilla, por primera en mi vida, supe lo que se siente estar frente a un ser iluminado que luego de abrazarme me hizo sentir que lo podía todo y que estaba salvada. Asi fue este dia con esta mamá prestada.

Sunday, May 1, 2016

La vida es sólo un juego...


Hoy vamos al juego.... con frio y lluvia a apoyar a nuestros cachorritos.

Esta historia me alegra la mañana, Joe Maddon, el Manager de los Cachorros, a quien muchos califican de "loquito", tiene una manera especial y divertida de manejar a su equipo ( con éxito). En esta oportunidad para mantener el ánimo arriba y no tomarse las cosas tan en serio, en su viaje a Pittsburg los obligará a usar un traje de gala, pero cómico. Vestidos de esa manera andarán por las calles, de Pensylvania.
 

Me encanta que estos muchachos quienes desde el año pasado nos han traido esperanza a los fanáticos del norte de Chicago, no se tomen la vida tan en serio, después de todo: " La vida es sólo un juego"... así que a jugar, como cuando éramos niños. Viene muy bien con la frase de George Bernard Shaw, que comparto hoy: "No dejamos de jugar porque envejecemos, envejecemos porque dejamos de jugar".... En esta foto vemos a los cachorros en piyamas de una sóla pieza, así andaban hace unos dias, ligeros de ropa, cómodos, libres como los niños.

 

Thursday, March 24, 2016

Zapatos con historia

Estos zapatos sucios tienen historia. Asi quedaban cada noche durante seis dias que recorri por el camino hacia Santiago de Compostela, una jornada de silencio, preguntas y cansancio que me permitió reinventarme. El camino no es nada y es mucho es lo que tu quieras... Eres tú con todos tus recursos y miedos que sale a flote cuando te quedas callada.