Thursday, December 29, 2016

Creer no cuesta nada


Crees en el niño Jesús? por favor dime que sí. Mientras creas hay esperanza. El niño Jesús es la fe en que algo puede pasar. Todo empieza en ti. Cuando decimos ya, ya no puedo más, estás dándote una orden y en efecto ya no podrás más. Eres tus pensamientos, tus creencias, eres eso que repites a diario en tu mente y que tu corazón acepta. Hoy permítete creer; estás vivo, y mientras me lees acepta que esto que estás viviendo es la oportunidad que te da la vida para crecer, aprender y cambiar.
Cambia eso que estás sintiendo y que no te gusta, en lo más profundo de tu mente cambia eso que crees que es tu destino por eso que quieres y que no llega porque no lo terminas de aceptar. Cambia eso que te abruma, sí puedes, ahora mismo escríbele una carta al niño Jesús, hazlo escríbele a la hermosa fuerza que eres. Dale las gracias por estar aquí, vivo, pensando, respirando, sintiendo, disfrutando de lo que te da la vida. Si puedes crea la más hermosa plegaria de gratitud, repasa en silencio todo lo que tienes y agradece, verás que de eso que parece poco o nada, surgirán cientos de regalos que esperan ser abiertos. Disfruta lo que te rodea con alegría, no permitas que tu mente te recuerde lo que no está, lo que no tienes.
El niño Jesús está esperando que le des otra oportunidad de ofrecerte lo que te toca, lo mejor está por venir…
Gracias mi querido niño, gracias vida por permitirme ver que hay muchas cosas hermosas por descubrir.
Creo en la bondad, en la generosidad, en la compasión, creo en lo bonito. Creer es el principio para cambiar lo que tengo y no me gusta. Agradezco este instante en que estoy presente porque es lo único verdadero y real.

Gracias y Feliz Navidad!!!


Mira lo bueno de lo malo 

Cuando decidí crear este espacio y escribir la columna, tenía la intención de desarrollar una herramienta para inspirar y motivar. Yo aprendería en el  proceso y mis lectores también. Por eso no escribo acerca de cosas negativas; del pesimismo, no sale nada bueno.

Sin embargo, hay días que cuesta, soy venezolana y lo que pasa en mi país me tiene apagadita, sin motivación.

Esto me recordó la historia de aquel hombre triste y sin consuelo, a quien su médico sugirió ver a Garrick. (el famoso comediante). Ante la recomendación y desesperanzado, el enfermo respondió: doctor, cámbieme la receta, yo soy Garrick. Así me siento en estos días.

En busca de inspiración, encontré el documental acerca de Alice Herz-Sommer,  la sobreviviente más vieja del Holocausto, la pianista más anciana del mundo. 

Supe de ella, porque su  historia recibió un Oscar, como mejor documental. “The Lady in number 6”. 
Esta mujer “grande” de 110 años hoy me levantó, me dio la música que necesito.

Nació en Praga y vivió los horrores de los nazis. Su padre, madre y esposo murieron en campos de concentración. Sobrevivió gracias a la música, a la risa y al perdón. 

“La música, me salvó” —comentó en el documental—, tocaba para los alemanes y mientras tuviese algo que ofrecer, su vida estaría a salvo. 

Fue una mujer especial, quien no sólo superó la crueldad del nazismo, sino que encontró la felicidad haciendo lo que más le gustaba, tocar el piano. Con el alma en paz, fue capaz de agradecer y perdonar a sus agresores.

Alice murió hace unos días, pero nos dejó su legado:  “Ríe, —ella reía cada vez que podía— trata de ser feliz, con las cosas más simples y mira lo bueno de lo malo”. 
Hay mucho que aprender de esta mujer, en especial quienes hoy tenemos tantas heridas. 
( este artículo es parte del libro " Cuando sea Grande publicado en el 2015)