Saturday, November 15, 2014

A pisar firme para no caer.


A pisar firme para no caer. (Parte 1)


Hay muchas ventajas de ser grande y una de ellas es que no nos damos cuenta que hemos crecido y seguimos actuando como chiquitos.

Me pasa a mi y a mis amigas hay dias que amanecemos de 20 y nos provoca comernos el mundo. Salimos a cenar bien acomodaditas y perfumadas. Un hombre mira hacia nuestra mesa y pensamos: “listo nos van a invitar ”, cuando la verdad es que nuestra belleza, la de adentro, tarda un poquito más en ser detectada y las miradas son  para ver quienes son las gritonas y por qué no las callan.

La ventaja es que nuestro cerebro siempre juvenil sigue pensando que somos un atraco.

Una amiga a quien adoro y a quien hasta ayer le invitaban las copas apenas se sentaba en una barra, me comentó: “la calle está dura hermana”, es su manera de decir que los hombres ya no se acercan como antes y pagar una bebida, ni se diga.

Hace rato me dí cuenta de eso, así que estoy bien felíz con mi novio, el musiquito; si salgo con mis amigas, no tengo ninguna espectativa, pago mi cuenta me tomo un vinito y bien contenta regreso a casa.

Estoy aprendiendo a poner juntos la cabeza y el cuerpo, la cabeza quiere más vino y más baile, el cuerpo dice ya, ya  estuvo suficiente, a veces se me olvida y lo pago caro.

Me pasó en verano, me lance de un trampolin de cabeza,( tipo salto del ángel) para impresionar a mi nieto y al dia siguiente sentí que me habian dado una paliza, hacía por lo menos 40 años que no usaba esos músculos.

Amiguitas, seamos realistas, ya somos grandes, hay cosas que la mente quiere pero que el cuerpo ya no aguanta.

Pisemos firmes es tiempo de bajarse el tacón para no caer.


Sunday, November 9, 2014

Malas Noticias

No hay que ser un experto para saber que las malas noticias estresan y deprimen. Soy periodista o sea que mi alimento son las noticias, mientras más malas mejor, porque como me dijo una vez un profesor: “Buenas noticias, no son noticias”.

Sin embargo desde hace cuatro años, cuando oficialmente dejé de trabajar en informativos, decidí divorciarme del drama que significan las noticias. No ví más noticieros, ni leí más periódicos. En otra época a una persona como yo, la habría calificado de ignorante e indiferente, ya cambié.

Soy felíz estando desinformada de las noticias diarias y cuando alguién habla mucho de algo que hay que saber, busco mi teléfono veo los titulares y ya, las noticias de lejos.

Hoy estando en el gimnasio se me murió el teléfono y con él la música, asi que me conecté a la pantalla del televisior y que horror!!!... al final de mi media hora de ejercicios tenía taquicardia, estres y una tristeza infinita. O sea que salí peor de cuando llegué.

Las malas noticias enferman, en mi caso, tal vez es por la falta de costumbre.
Un estudio realizado en la Universidad de Montreal comprobó que las malas noticias afectan los niveles de estrés”.

Luego de  exponer a un grupo de personas  a “malas noticias” y analizar muestras de saliva antes y después del experimento, encontraron la presencia de cortisol ( hormona del estrés) después de darles sus buenas dosis de  malas noticias.

No estoy invitando a que ignore lo que ocurre a su alrededor, lo que  digo es que racionalice la presencia de noticias negativas, no hacen falta.

Su cerebro  reacciona ante “la mala noticia” como si la amenaza o la crisis fuera inminente y contra usted, en consecuencia responde con reacciones químicas que producen angustia, pánico y tristeza, como lo que me pasó hoy a mí.