Un encuentro mágico con una historia triste

Leda cubriendo la
Tragedia de Tacoa
19 de Diciembre de 1982...     

Un encuentro mágico con una  historia triste

En la casa de mi hija, quedamos en vernos con la experta en redes sociales, mi hija y yo somos periodistas audiovisuales y hasta hace nada trabajábamos para los medios tradicionales. Hoy  hemos entendido que si queremos seguir existiendo como profesionales de lo que sea y particularmente en el área de las comunicaciones, tenemos que montarnos en el tren de las redes sociales, mi hija lo viene haciendo hace rato, yo apenas comienzo. 

Romina Fernandes es periodista experta en redes sociales y multimedia, trabaja para una empresa que ofrece contenidos para youtube y vino a darnos un entrenamiento. Tomamos un café y compartimos experiencias acerca de los cambios que están sufriendo los medios. La primera sorpresa fue saber que esta hermosa periodista venezolana, mezcla de “nerd con Miss” era la hija de mi compañero de promoción Carlos Fernandes, con quien no sólo me gradué en la Universidad Central de Venezuela, si no que trabajamos juntos en RCTV y en Venevisión. A partir de ese momento sentí que aquella niña era parte de mi familia. 

Observaba a las dos jóvenes compartiendo conocimientos, mientras  yo  luchaba por quedarme en el presente, tragarme la información e intentar  controlar mi cabeza que insistía en llevarme al pasado. 

Recordé a Carlos, su papá, tan bello y profesional quien había estado casado con Maria Adela, otra excelente colega y periodista del canal 8,  la observe mejor y no pude evitar interrumpirla con una pregunta: “ Cómo se llama tu mamá”?. Sin cambiar su actitud profesional me respondió: “mi mamá era Maria Adela Russa”, no pude controlar las lágrimas y ella en un esfuerzo inmenso por no  llorar intentó tranquilizarme diciendo que no la había conocido pues tenía sólo 3 meses cuando murió. 

Tuvimos que parar y recordar a Maria Adela, la valiente colega del canal 8, quien falleció en la tragedia de Tacoa. Eramos periodistas, éramos mamás, cubríamos las mismas historias, en diferentes canales. Recordé que ella estaba abajo, cerca de la caldera # 9 en Tacoa, otra de las que explotó, aquel fatídico 19 de Diciembre de 1982, mientras yo desde un helicóptero describía lo indescriptible: una de las planta generadoras de electricidad de la Guaira, ardía  producto de múltiples explosiones, arrasando con todo. Cerca de 200 personas fallecieron, entre ellas Maria Adela la esposa de Carlos, la mamá de Romina.

Romina no quería llorar, pero lloró, nos abrazamos, reímos y recordamos lo que éramos  los periodistas de entonces, vi en ti a tu mamá, una mujer íntegra y valiente dispuesta a darlo todo por la noticia, vi en tus ojos a tu papá batallando por defender lo que cree, en un país que se derrumba, eres la mezcla de dos seres hermosos. Me siento feliz de haberte conocido que momento tan especial y mágico.

Gracias

https://www.youtube.com/watch?v=zTWnEeV9oT8

35 anos después de la tragedia me encuentro con la hija de Maria Adela Russa...

Abajo Cadenas

Constantemente somos bombardeados por  cadenas, mensajes que nos indican que si los enviamos a 10 o más personas, nos traerán una recompensa, un regalo y hasta un milagro. Lo mismo ocurre si no lo mandas; la vida te castigará e irás al infierno aunque no te hayas muerto.

Yo lo he dicho una y mil veces a mis familiares y amigos; no me manden cadenas porque las rompo, no creo en ellas, me parecen cosas de gente ignorante, me aburren cuando las recibo y por lo tanto no las envío.

Hoy recibí un video que me sirve de base para escribir acerca del tema. Las cadenas aunque hablen de Dios, de santos y de milagros, son creadas, producidas, orquestadas por personas, no siempre bien intencionadas que serán utilizadas como material de control cibernético, para obtener tu información y la de tus allegados o para crear alarmas innecesarias. 

Para ello utilizan temas insólitos o lamentables que alertan y llaman la atención. 

Algunas te piden que ayudes a alguien o que reces por ella, son sutiles y por tanto efectivos, no como antes que te ofrecían recompensas o te pedían dinero para  un amigo perdido, como ocurría a comienzos del 2000.

Mi recomendación es que si desconoces el origen del mensaje no lo mandes, si el tema te parece interesante o digno de ser difundido, toma la idea principal y compártela tú, sin reenviar el mensaje original, especialmente  hay que tener cuidado con nuestra gente “grande” quienes muchas veces creen  que todo lo que sale en los medios o en las redes es verdad.

Recomendación, sólo. mira el origen del la información que te llega y  piensa un poquito antes de re-enviarlo.

Que divino es el orden

En una ocasión escribí esto a propósito de contestar llamadas y responder al que toca a tu puerta, viene al caso...léelo. ( ya se me pasó la molestia escribir ayuda)
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Que divino es el orden

Cuando María me dijo que quería hablarme, hice lo que hago siempre, buscar el espacio. Ambas, bien ocupaditas continuábamos postergando una reunión, donde ella o yo podríamos ser el medio para que ocurrieran cosas. Finalmente, cuando nos vimos, me dijo: “Leda, ¿siempre eres así, respondes las llamadas, buscas el tiempo para hablar, sin importar de qué se trata o si te interesa?”.

“Si, —le contesté—, nunca sabemos si vamos a ayudar o nos van a apoyar”. Yo puedo ser el canal de alguien, como muchos han sido el mío. El que me busca me encuentra; no siempre tengo las respuestas, pero sí la disposición. La vida me ha enseñado que todo está en orden divino y ese equilibrio es un proceso donde todos participamos, para que las cosas sucedan.
Cuando tenía una docena de personas trabajando para mí, mientras la vida y los compromisos requerían de mi atención las 24 horas, respondía por igual las llamadas y las cartas de conocidos y desconocidos, recibía a todo el que lo solicitaba.

Estando disponible con mis canales abiertos, entré en contacto con personas maravillosas. Fue así como me llegaron historias únicas que di a conocer, a través de los programas de televisión en los que estuve. Yo era la vía para dar y recibir y Dios sabe cuánto me dieron, por escuchar al que se acercaba.
Es una bendición prestarle atención a quien te llama.
Es posible que te encuentres con personas que creas que no merecen un minuto de tu atención. Deja que la vida decida si esa persona está allí para ayudarte, o tú eres el medio para ayudarlo; todo se mueve en círculos, hoy por él, mañana por ti. No somos tan importantes como para rechazar al que nos llama. Todo está en orden divino y tú eres parte de él.