Artículo en La Raza...
Vamos, siembra la semilla hazlo posible.
Como muchos de ustedes soy inmigrante, y como inmigrante uno nunca se
divorcia de su pais, la Patria es la madre, es la infancia tu vida y tu
historia. Por eso cada vez que viene un venezolano a Chicago me aferro a
él, lo adopto como hijo, me lo quiero quedar. Es como ese dulce que te
remonta a la infancia en donde todo era seguro y bonito.
Hace unos dias llego un compatriota venezolano a Chicago, se llama
Maickel Melamed, es el hombre más fuerte que he conocido aunque es
flaquito y tiene el tamaño de un niño de 7 años. Vino a correr el
Marathon como parte de su proyecto
“Vamos”, pero más que a correr, vino a inspirar, con su ejemplo: “Si yo puedo tu puedes”, es una de sus frases preferidas.
Desde que llegó lo hice mio, tenía hambre de mi pais y el nos ofreció
un banquete de cosas buenas y un manjar de posibilidades “hay que soñar y
creer”.
Maickel representa lo hermoso, lo noble, los valores
de la mayoria de los venezolanos, aunque los malos con sus fechorias
sigan haciendo más ruido.
Fué el último en llegar después de
más de 16 horas para cubrir los 42 kms de la ruta, pero su objetivo no
era ni el marathon, ni la medalla, era el mensaje, un mensaje de
optimismo y de posibilidades que nos recuerda que si lo sueñas, puedes
alcanzarlo.
Su chispa se convirtió en llama para quienes lo
seguimos en esta procesión por las calles de Chicago. Nos tomó mucho
tiempo, no importa, lo hicimos.
Te invito a desempolvar los
sueños, sembrar de nuevo la semilla de lo que anhelas y hacerlo posible,
sólo asi lograremos nuestros sueños y en mi caso, confiar que esta
distancia obligada de mi tierra no es para siempre, que un dia volveré a
mi casa, mi pais, a los mios, porque al final como siempre les digo a
mis hijos; “los buenos siempre ganan”. Ese es mi sueño...
Este es el blog donde Leda Santodomingo publica artículos, comentarios e ideas para "La gente grande", mi visión es ser ejemplo para que nosotros la gente mayor, siga disfrutando, creciendo, creando, soñando sin importar la edad.
Sunday, October 27, 2013
Eres una buena o mala noticia
Cuando sea grande ( Artículo en la Raza) Fin de semana
Qué traes, buenas o malas noticias.
Todos tenemos buenos y malos dias, pero hay personas que pareciera que arrastran esa especie de nube negra, siempre lista para llover tomentas y malos presagios. No es critica, es sólo que mientras escuchaba a Maickel Melamed, en una charla super positiva, a propósito de su visita a Chicago, comentó que en alguna ocasión le preguntaron si al nacer habia traido buenas o malas noticias (Maickel tiene problemas motores resultado de una asfixia al nacer) su respuesta fué rápida y precisa, “yo siempre fuí una buena noticia”.
Esta afirmación tan positiva y profunda me llevo a reflexionar acerca de esa costumbre que tenemos de hablar de lo malo primero, de las cosas feas que nos afectan apenas abrimos la boca. Entre los periodistas, eso es casi normal, pues como repetía uno de mis profesores: “Buenas noticias, no son noticias”, pero en el día a día, no tenemos porque soltar lo negativo primero, no tenemos porque llamar la atención con los dramas que nunca faltan en nuestras vidas.
Piensa en esto: Cuándo te encuentras con la gente, después del saludo, de qué le hablas primero, de tí y de tus males y tragedias o preguntas acerca de sus logros y alegrias?. Eres de los que hacen comentarios incómodos, como por ejemplo: “Y qué paso con la novia que te dejó, oí que te botaron del trabajo, supiste que fulana tiene cáncer, yo estoy malísima”.
Eres portador de buenas o malas noticias, cuando la gente se despide de tí, te quedas amargado como resultado del lodo compartido, o te sientes animado con el dulcito que deja el
compartir desde el corazón lo bueno y lo malo.
Te pregunto: eres una buena o mala noticia?.
Qué traes, buenas o malas noticias.
Todos tenemos buenos y malos dias, pero hay personas que pareciera que arrastran esa especie de nube negra, siempre lista para llover tomentas y malos presagios. No es critica, es sólo que mientras escuchaba a Maickel Melamed, en una charla super positiva, a propósito de su visita a Chicago, comentó que en alguna ocasión le preguntaron si al nacer habia traido buenas o malas noticias (Maickel tiene problemas motores resultado de una asfixia al nacer) su respuesta fué rápida y precisa, “yo siempre fuí una buena noticia”.
Esta afirmación tan positiva y profunda me llevo a reflexionar acerca de esa costumbre que tenemos de hablar de lo malo primero, de las cosas feas que nos afectan apenas abrimos la boca. Entre los periodistas, eso es casi normal, pues como repetía uno de mis profesores: “Buenas noticias, no son noticias”, pero en el día a día, no tenemos porque soltar lo negativo primero, no tenemos porque llamar la atención con los dramas que nunca faltan en nuestras vidas.
Piensa en esto: Cuándo te encuentras con la gente, después del saludo, de qué le hablas primero, de tí y de tus males y tragedias o preguntas acerca de sus logros y alegrias?. Eres de los que hacen comentarios incómodos, como por ejemplo: “Y qué paso con la novia que te dejó, oí que te botaron del trabajo, supiste que fulana tiene cáncer, yo estoy malísima”.
Eres portador de buenas o malas noticias, cuando la gente se despide de tí, te quedas amargado como resultado del lodo compartido, o te sientes animado con el dulcito que deja el
compartir desde el corazón lo bueno y lo malo.
Te pregunto: eres una buena o mala noticia?.
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