Sunday, July 13, 2014

No sea una carga prepárese

Prepárate, no seas una carga.

Una de las cosas que más  preocupa a la gente “grande” es quedarse sin empleo, muchos han sido obligados a aceptar un retiro temprano y mientras se recuperan se quedan como en shock, desorientados,  sin horarios, sin rutina, sin la costumbre de ir a ese lugar al que pertenecieron por los últimos 20 o 30 años. Se sienten inútiles y sin propósito.

Yo soy workholica ( adoro trabajar) y pensar que algún dia podrían decirme “chao,” me daba tanto pánico, que antes de que eso ocurriera decidí ser yo la que se fuera. 

A mi alrededor despedian a talentos importantes, tal vez  la próxima sería yo. Así que con un año de anticipación me preparé y un dia les dije, me voy.

No les voy a contar mi historia, pero lo que si quiero compartir es que “si ven las barbas del vecino arder, pongan las suyas en remojo”, nadie es indispensable y en la mayoria de las empresas, prefieren a dos por el precio de una, dos jóvenes con ganas de aprender y menos costosa, que una persona cara y mayorcita.

Ojalá que no le pase a usted y se pueda retirar a la edad que quiera, cuando  lo decida,  haciendo lo que le gusta, pero si ya no está contento, empiece a buscar lo que le haga feliz, construya lo suyo, sea su propio jefe, así más nunca buscará trabajo, sino clientes.

Prepárese para lo que viene, haciendo lo que le gusta y con un sentido de propósito.

Por cierto para el 2050 habrán 600 mil personas de cien años, ahora hay 56 mil, la gente vive mucho. Me pregunto si estamos listos para enfrentar  esos 40 años más que nos regala la vida, siendo autosuficientes y sin ser una carga para la sociedad.

Ayudar no es dar limosnas

No me gusta escribir acerca de religión, porque no soy religiosa, creo en Dios y en el poder de la conciencia y la fé, allí encuentro las respuestas en las situaciones más complicadas; sinembargo, hay un tema que quiero compartir y es el que se refiere a las limosnas, ofrendas o diezmos (10% de lo que produces)

En algunas iglesias la hora de las ofrendas pareciera  el momento de la penitencia, semanal. Después del pedido de dar, viene el regaño, la gente se siente culpable y sin ánimos busca y rebusca, en las profundidades de los bolsillos, algunas monedas para el boleto que le permite entrar en el reino de los buenos.

Mi mamá era una santa, la persona más generosa que he conocido, todo lo que tenía lo regalaba, pero  dar dinero para los curas y la iglesia no le gustaba. Crecí pensando igual, hasta que ahora de “grande”, entiendo el significado que tiene el diezmo o dar a aquello que  inspira y motiva nuestras vidas.

El diezmo para mí es algo mágico, mientras más doy, más recibo, y lo mejor es que no siempre es dinero lo que doy o me dan, a veces es tiempo,  trabajo, una palabra o una ayuda de cualquier tipo.

El diezmo es un asunto de conciencia, de confianza y de fé,  donde pones tus riquezas y tu fuerza está lo que te hace grande y felíz es otra manera de decir: “donde están tus tesoros está tu corazón”.

Primero destina tiempo, cariño y recursos para tí, luego comparte tus bienes, lo que tienes y lo que eres con otros.

Esta mañana alguién me dió su tiempo, me regalo un consejo y una  palabra bonita, ella no sabe que ese fué su diezmo, ni que fué mi inspiración.

20 dólares para ver al muerto


Nos encantaría planificar todo en la vida, el nacimiento y la muerte entre otras, pero como ni el comienzo ni el fin están en nuestras manos, lo único que podemos hacer es una aproximación: sabemos que una vida verá la luz después de nueve meses de gestación, en cuanto a nuestro final siempre será un misterio y no lo podemos controlar.

Lo que si podemos hacer es decirles a quienes nos aman, lo que queremos que hagan por nosotros, y con nosotros después que se nos apague la vida.

Si hay algo que odio son los velorios y los cementerios, asi que en lo que a mi respecta, mi familia y amigos lo saben, mis cenizas para el agua y para mi despedida lo que más amo, una fiesta.

Les digo esto porque me dió verguenza  ver lo que hizo “Luis” ( cambie el nombre) con su padre. Vía internet anunció que como su papá tenía muchos amigos, cobraría 20 dólares a quien quisiera verlo y despedirlo.


Al padre de Luis no lo conocí, con “Luis” he hablado  varias veces, no es un hombre rico, pero tampoco lo suficientemente pobre como para no poder cubrir el entierro.

Como muchos, me uní a la lista de personas que por solidaridad enviaron el pésame vía internet.
Hasta alli llegó mi condolencia, después me dió, rabia, dolor y pena ajena, cuando leí que la despedida tendría un costo, había que pagar para ver al muerto y no se aceptaban apariciones de último minuto, es decir habîa que reservar y pagar por adelantado.

‘Luis” trae espectáculos a Chicago, pero no me imagino que su padre hubiera aprobado convertir su muerte en un show para despedirlo hacia la eternidad, especialmente cuando según “Luis” su papá (el ahora difunto) no quería que le enviaran flores y si lo deseaban, usaran ese dinero para ayudar al prójimo. Que pena, hacer negocios  con la muerte.

Consejo: diga claro lo que quiere que hagan con su cuerpo, ahora, cuando todavía lo escuchan y lo entienden.