Sunday, September 25, 2016

El Miércoles llegó "Viernes".


El Miércoles llegó “Viernes”.

A las 9 de la noche en la barra, dos de los frecuentes esperan ansiosos que comience la fiesta, que llegue la gente. Ya abajo en la plaza del “Charco” hace rato el mesero y el dueño no se dan abasto. Los tragos son malos y caros pero hay gente y la gente atrae gente.

En “Essence” los dos clientes frecuentes siguen allí, hablando de los mismo: “A Madonna ( la puta del pueblo) la sacaron de la “Yemera”, a Carlos, el de la bodega de al frente le cortaron la luz, de eso ya hace un mes. “Es que no pudo pagar - agrega con fastidio el otro frecuente-, seguro ya no abrirá”. “No, es que hay un lío con la dueña del edificio que nunca declaró el local como comercial y aparece como  vivienda- informa el otro vecino-.  Como no hay historias nuevas, cada día revuelven la misma, agregándole lo que encuentran a ver si se transforma y suena diferente. De  pronto por una de las puertas del restaurant, se estaciona un motociclista, y a duo y entre risas los dos vecinos llaman a mi hermano, quién prepara una de esas pipas o shishas de sabores que están de moda entre los jóvenes… Ovidio, Ovidio, mira, llegó “Viernes”.


“Viernes” es un muchacho bonito que vive en su mundo, un cliente fijo que se tomará 12 cervezas una tras otra, exigirá que le pongan canciones en español, que cantará a todo pulmón, para tormento de los pocos clientes y de mi hermano. Es Miércoles y “Viernes” que debió llegar dos días después, apareció de repente, mi hermano no está listo para “Viernes” y se le nota. “Viernes” lo atormenta: “ponme la bicicleta, la bicicleta, la bicicleta”. ( la bicicleta es una canción super pegajosa que cantan Shakira y Carlos Vives).  No termina la canción y ya pide la otra :”Ponme a Marc Anthony y tararea lo que quiere escuchar- continua insistente- la de Marc Anthony, la de Marc Anthony, ponme la de Marc Anthony.  Mi hermano no dice nada, mira a los clientes y trata de ignorar a “Viernes” mientras hace un esfuerzo por concentrarse en ponerle el carboncito de fruta a la shisha. Según los  vecinos, “Viernes,” que en realidad  se llama Jesús,  se volvió loco el año pasado, cuando encontró a su novia bailando con otro en una fiesta de carnaval.

“ Viernes” sigue allí gritando su dolor en canciones, me mira y con la lengua enredada por el efecto de seis cervezas, me pregunta: “ Casada,  eres casada?… Le sonrío y le digo que sí con la cabeza, mi hermano me hace una seña, trata de advertirme que si le contesto o inicio algún tipo de conversación, me presentará como su novia y tendrá nuevos motivos para no irse. A mi me fascinan los “locos” en mi familia abundan, los amamos y hemos aprendido a manejarlos, pero estoy en el bar de mi hermano y si me dice que no le ponga atención, bueno no se la pongo,  bien difícil, porque me mira fijamente y me dice: “ Escucha, escucha, escucha, mientras canta la bicicleta….


A “Viernes” le faltan seis cervezas y con la excusa de  fumar, los pocos clientes se salen.  Afuera hay tres chicas hindúes esperando la pipa de fruta, adentro en el bar sólo quedo yo con “Viernes” quien sigue cantando y bailando mientras como si fuera agua se sigue tragando  cerveza tras cerveza.

Lo observo al tiempo que corto los limones y las hojitas de  yerba buena para el mojito que junto a la cerveza es lo que más se vende, me encantaría hacerle preguntas: qué hace, tienes familia? hacia donde irá con esa borrachera? alguien estará pendiente o lo espera?.

Finalmente mi hermano cambia la música, las chicas hindúes quieren escuchar algo más moderno, Jesús ya sin muchas ganas intenta oponerse al cambio y dirigiéndose a mi hermano, le dice: "no, no esa no, ponme la bicicleta", a este punto ya mi hermano está fastidiado y con carácter le dice: “Jesús me debes 12 euros, es tiempo de que te vayas”. Jesús obedece sin protesta, no discute, le gusta este bar porque además de que la cerveza es bien barata, le dan papitas fritas o manís, lo escuchan y le ponen la música que pide, así que paga y se va, seguramente volverá  cuando le toca, el próximo  Viernes.



1 comment:

  1. Siempre hay historias maravillosas de la vida loca - bar que quieren que se les diga por storywriters cuyas palabras no están arrastrando las palabras ...

    There are always wonderful stories of the crazy bar life -- wanting to be told by storywriters whose words are not slurred...

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